La
espasticidad es definida como aquella incrementación del tono muscular, es
decir un aumento de la rigidez y resistencia del músculo al momento de
extenderlo resultantes de mínimos estímulos internos o externos y que puede ser
focal o generalizado, que afecta a niños y adultos que han sufrido alguna
alteración del sistema nervioso central y compromete el total o parcial
movimiento de los músculos y el movimiento involuntario del mismo.
Se trata
de uno de los principales responsables de la discapacidad en la
Esclerosis Múltiple (EM), ya que suele tener asociado dolor, deterioro de la
movilidad y reducción de la calidad de vida. Sin embargo existen otras
patologías como ACV (accidente cerebrovascular), TEC (trauma encéfalocraneano),
TRM (trauma raquimedular), Tumores, infecciones o patologías degenerativas cerebrales
o medulares; en niños en casos de Parálisis Cerebral o Secuelas de TEC o TRM.
Esto se da por un daño en los nervios del cerebro o la médula espinal,
generando poca coordinación muscular, la debilidad o espasmos musculares,
atraso en las reacciones y cumplimiento atrasado del desarrollo motor, lo que
involucra el aumento de la fatiga y el impedimento de la plena realización de
actividades diarias que implican movimiento o lenguaje.
Los
espasmos son movimientos involuntarios de los músculos de los
miembros y del tronco. Existen tres tipos de espasmos:
-
Flexores: hacen
que los miembros se doblen en el sentido de las articulaciones.
-
Extensores: hacen
que los miembros se extiendan.
-
Aductores: hacen
que los miembros se aproximen a la línea media del cuerpo (los brazos unidos al
tronco, las piernas entre sí, etc.).
CAUSAS DE LA ESPASTICIDAD
La espasticidad puede tener un origen espinal o cerebral y afecta a pacientes con diferentes patologías tales como traumatismos del cerebro o de la médula espinal, esclerosis múltiple, parálisis cerebral, accidentes cerebrovasculares isquémicos (infartos cerebrales) o hemorrágicos, lesiones cerebrales traumáticas o vasculares, etc.
- Origen
espinal: Se
manifiesta en pacientes de esclerosis múltiple, aquellos con lesión medular u
otra patología medular.
- Origen
cerebral: La
padecen aquellos enfermos que con parálisis cerebral o que han sufrido trauma
craneal o un accidente vascular cerebral.
SÍNTOMAS
- Postura anormal.
- Llevar los hombros, los brazos, la muñeca y los dedos de las manos a un ángulo anormal debido a la rigidez muscular.
- Reflejos tendinosos profundos y exagerados (el reflejo rotuliano y otros reflejos).
- Movimientos espasmódicos repetitivos (clono), especialmente al tocarlo o moverlo.
- Tijereteo (cruce de piernas como se cerrarían las puntas de unas tijeras).
La
espasticidad puede también afectar el habla. La espasticidad grave y prolongada
puede conducir a la contractura de los músculos, lo cual puede reducir el rango
de movimiento o dejar las articulaciones flexionadas.
PROBLEMAS DE LA ESPASTICIDAD
- Problemas para utilizar las piernas y los brazos: las personas con espasticidad asociada a la EM suelen ver reducida su movilidad, lo que implica una peor calidad de vida y una alteración de las actividades cotidianas.
-
Fatiga/falta de energía: se presenta en más del 90% de los pacientes con EM. La fatiga asociada
a EM puede afectar enormemente la interacción profesional y social de los
pacientes.
-
Disfunción de la vejiga: se trata de un problema muy común en pacientes con EM; un alto porcentaje
de pacientes tienen que acudir con gran frecuencia al servicio.
-
Trastornos del sueño: es el
factor que más contribuye a la fatiga en los pacientes con EM.
-
Espasmos:
contracciones musculares súbitos y dolorosos, pueden trastornar el sueño y
contribuir a la fatiga diurna.
-
Movilidad: la
espasticidad puede dificultar caminar, sentarse o levantarse de una silla,
lavarse, estirarse, vestirse u otras actividades cotidianas. Asimismo, algunos
los enfermos comentan que los espasmos incontrolables les suelen provocar
situaciones desagradables lo que puede alterar su autoestima.
Experimenta
la espasticidad en Vivir con espasticidad
OBJETIVOS AL TRATAR LA ESPASTICIDAD
- Movilidad: mejorar el uso de los miembros afectados y la capacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas.
-
Confort: paliar el
dolor y las molestias relacionadas con el agarrotamiento o los espasmos.
- Cuidado
personal: mejorar
la postura y facilitar la autosuficiencia en la higiene.
- Calidad
de vida: mejorar o
conservar la capacidad para desarrollar actividades diarias (movilidad,
trabajo, familia, actividades lúdicas...).
Cabe
resaltar que la espasticidad, no se cura se trata. Se intenta atenuar y
prevenir males mayores como las contracturas fijas o malformaciones óseas.
Para
ampliar la información, puedes consultar Todo sobre la espasticidad Tratamiento integral de la espasticidad
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